Científicas de UNR y Conicet descubrieron nuevo método para “potabilizar agua de pozo”

Científicas de la Universidad Nacional de Rosario y el Conicet encontraron el método para potabilizar el agua subterránea a bajo costo a través de la “biofiltración” que fue seleccionado para su aplicación por el programa de Ciencia y Tecnología contra el hambre de la cartera nacional.


El equipo de científicos lo integran Natalia Gottig; Jorgelina Ottado, Betiana Garavaglia, Diego Serra, Susana Checa, Virginia Fazzini, Lucila Ciancio y Ainelén Piazza.

El trabajo se basa en la experiencia científica desarrollada en aguas de pozo de localidades del norte de Santa Fe, donde estas aguas subterráneas tienen metales naturales como hierro (Fe) y manganeso (Mn) en niveles de concentración mayores a los permitidos, dijo la coordinadora del grupo de científicos, Natalia Gottig.

Es un método para separar ciertos metales y convertir el agua subterránea, la que se obtiene a través de perforaciones (pozos), en agua potable para el consumo humano a bajo costo.

Hasta ahora, para eliminar los metales, se realizaba un proceso fisicoquímico en el que se agregan al agua reactivos químicos para oxidar el hierro y el manganeso para transformarlos en un material particulado que quedaba retenido en los filtros, para luego desecharlos. Para la investigadora del Conicet, “este método, no amigable con el medio ambiente debido al uso de reactivos químicos, y además porque es costoso y necesita personal capacitado”.

A partir de observar esta problemática, Gottig señaló que se “logró otra forma de oxidar los metales presentes en el agua a través de un método biológico que se desarrolla por etapas, utilizando un microorganismo como la bacteria”.

“En primer lugar, el agua se somete a una aireación que la provee de oxígeno y la hace apta para el crecimiento de microorganismos”, explicó.

“Luego se coloca un prefiltro compuesto por grava y después un filtro de arena más fina para que se peguen las bacterias presentes en el agua y formen una estructura que se conoce como biofilm. Al pasar el agua, los metales se van oxidando y van quedando retenidos en ese film bacteriano”, apuntó.

Tras esa etapa de filtración biológica, el agua va a una cámara de cloración donde se termina de hacer el proceso para eliminar todas las bacterias y desinfectarla.

Al respecto, indicó “que por ser agua de pozo, su calidad inicial es dura y en general tiene muchas sales, pero con los sistemas de filtrado diseñados para renovar hierro y manganeso, va perdiendo esa dureza y queda apta para el consumo”.

“Quedó demostrado que esta metodología, la de inocular con bacterias, acelera y aumenta la eficiencia del proceso biológico”, enfatizó Gottig.

Las localidades de Villa Ocampo, Las Toscas, Las Garzas y Oro Verde, ya cuentan con este nuevo sistema de potabilización debido a que las aguas subterráneas de esas regiones del norte provincial se utilizaron para las pruebas científicas.