Agentes de control urbano de la ciudad de Rosario demoraron tres micros que se dirigían hacia el domicilio de una profesora en Funes, que había armado la celebración del último Primer Día de sus alumnos. Según los funcionarios, la mujer asumió la situación y sostuvo que no estaba haciendo nada ilegal.
Eran más de 300 estudiantes que viajaban en tres colectivos desde la ciudad de Rosario hacia Funes, de manera irregular, ya que duplicaban la capacidad de los micros. Uno de ellos además no tenía habilitación para circular.
En el operativo se le realizaron controles de alcoholemia a los choferes, que dieron negativo, pero la policía secuestró gran cantidad de botellas de bebidas alcohólicas.
Los alumnos de sexto año iban a festejar el llamado “último primer día” (UPD) de clases. Al ser consultados sobre hacia dónde se dirigían, respondieron que a la casa de una profesora.
Las autoridades municipales explicaron que se trató de un operativo de rutina llevado por personal de tránsito municipal y de control urbano realizado el miércoles por la noche: tres colectivos alquilados iban repletos de chicos, alumnos de un colegio técnico rosarino.
En el lugar se presentó una mujer, quien dijo ser docente del colegio y la organizadora de la fiesta en su casa de Funes. Y agregó que no estaba rompiendo las reglas y que había contratado hasta baños químicos y un DJ.
Sumados los tres coches, había lugar para 166 pasajeros habilitados, pero al contar la cantidad de chicos que iban en ellos notaron que había 144 personas de más. Muchos de ellos menores de edad, viajaban de pie. Ante el operativo los jóvenes no opusieron resistencia y desistieron de llegar hasta el lugar donde estaba previsto el festejo.
El último primer día, o mejor conocido como sus siglas UPD, es un festejo que realizan los estudiantes adolescentes en alusión a su último primer día en la secundaria. Este festejo es originario de Argentina. Fue expandido también a otros países como Uruguay, Paraguay o Bolivia.
El UPD se comienza a festejar una noche previa al comienzo de clases, con la condición de permanecer despierto hasta ingresar al colegio al día siguiente. El festejo comienza en una casa donde se reúnen todos o algunos integrantes del curso, que luego se prolongan durante la noche a plazas y/o parques cercanos al colegio y finaliza en la puerta o en el patio de la institución a la que asisten, hasta la hora del ingreso escolar.
Los participantes se suelen caracterizar por llevar remeras alusivas o disfraces, gorros, banderas que identifican al curso. Muchas veces los festejos se exceden y desde los establecimientos escolares se ha denunciado que los alumnos no llegan en condiciones para las clases después de los festejos.
