Después de 7 años, Débora pudo contar que fue violada en Bariloche: “Tengo muchas ganas de luchar y seguir”

A través de instagram, la joven de 24 años contó que fue abusada en su viaje de egresados.


Débora Ferrari contó a través de su cuenta de instagram que fue violada durante su viaje de egresados en Bariloche, siete años después del suceso. A raíz de la gran repercusión y el apoyo recibido, la joven de 24 años realizó la denuncia este lunes en la Fiscalía de la ciudad de Rosario.

Débora dialogó con Radio EME y contó lo sucedido. “Desde que publiqué mi testimonio, me llegaron mensajes de todos lados deseándome fuerzas, brindándome ayuda y estoy agradecida. También, ofrezco mi ayuda a cualquier persona víctima de abuso ya que no todos tenemos a alguien al lado para que nos escuche”, comentó sobre la repercusión de su testimonio.

A pesar de la gran cantidad de mensajes de apoyo, la joven manifestó que “también hubo comentarios malos, tuve que cancelar dos notas porque leía atrocidades que me ponían en las redes sociales. Se confundió mucho la causa con la ley del aborto porque en la foto que elegí, que fue por el mensaje del cartel, tenía el pañuelo verde. La gente confundió mi ideología con la violación, que son dos cosas totalmente distintas” 

“Recibí ataques. Mucha gente me dijo que lo inventé, que lo hago por la plata, que necesito atención. A esta altura tengo un agotamiento físico, lo último que me interesa es el tema económico. Junto fuerzas con los mensajes positivos para poder seguir luchando” sostuvo.

Además, a partir de la viralización del testimonio, recibió mensajes de personas que pasaron por la misma situación: “Recibí testimonios terribles de chicas y chicos, que les sirvió como desahogo. Los escuché y los ayudé hasta donde pude. Espero que las personas se animen a contarlo”. 

 

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Testimonio de Débora Ferrari 

Débora narró lo que sucedió en Bariloche y el sufrimiento atravesado durante los últimos años, hasta que pudo contárselo a sus padres y amigas, y tomar también la decisión de hacerlo público, para que se haga justicia y poder ayudar a personas que pasaron por la misma situación.

“Fuimos a Bariloche con una empresa reconocida, que juntó a varios grupos de chicos de distintas localidades, entre ellas Bombal. Viajamos en el mismo colectivo, estuvimos en el mismo hotel, hicimos las mismas excursiones” mencionó.

Además, agregó: “Una noche, tomé dos vasos de champagne, el cual me lo compraron, y terminé en un estado de ebriedad crítico. Me hace ruido que con solo dos vasos haya terminado en ese estado”. 

La joven manifestó luego, que “se acercó un chico del grupo de Bombal, con el que habíamos viajado y me acompañó hasta el hotel. Cuando llegamos, quise pedir mi tarjeta de la habitación y hubo una confusión, entonces este chico pidió mi tarjeta y desde ahí empecé a tener flashes”.

“Cuando llegamos a la puerta, me doy cuenta que no es la de mi habitación. Lo primero que atiné fue a vomitar en un balde de basura. Después, me senté en la cama y lo último que me acuerdo fue decir `no puedo más´, y fue donde me desmayé. Me desperté a las 8 en mi cama, sin bombacha y con el vestido puesto, con dos de mis amigas tratándome de explicar que me tuvieron que llevar hasta mi pieza. Ellas no sabían que había sucedido en la habitación” contó.

“A las 9, llegan los coordinadores, nos dicen que tenemos una excursión en Cerro Catedral. Una de mis amigas le preguntó a este chico que había pasado y le respondió que habíamos tenido relaciones sexuales. Después, yo me descompongo y uno de los coordinadores me lleva al hospital. El médico me dijo que tuve un coma alcohólico” agregó.

Por último, confesó: “Me moría de la vergüenza, me quería ir. Me perdí excursiones, muchas noches. No me volví por el esfuerzo que hicieron mis papás para pagar el viaje”.

Una vez finalizado el viaje, Débora volvió y se reencontró con sus padres pero no pudo contarle lo sucedido: “Cuando volvimos, lo primero que veo es a mis papás, con una sonrisa de oreja a oreja, que estaban súper felices y orgullosos. Yo en ese momento me dije que era culpa mía, que me había excedido de alcohol, ya que estaba naturalizado, y no se lo conté a mis padres porque no los quería desilusionar”.  

“Un año después, me cruzo a un amigo de este chico y me dice que tiene fotos intimas mías. Yo creo que si hubiesen existido esas fotos, se hubiesen conocido, mas que nada por la época en la que estábamos” manifestó.

Respecto al sufrimiento atravesado en los últimos años, narró: “El cuerpo me empezó a hablar, empecé a tener enfermedades. En este momento, tengo depresión y ansiedad. Tuve ansiedad social, parálisis del sueño, me levantaba todas las mañanas y me tocaba la bombacha, para ver si la tenía puesta, me hice pis en la cama. Estoy en tratamiento psiquiátrico”. 

Sobre el momento en que le contó a sus amigas y padres, comentó: “A mis amigas le conté cuatro años después. Me costó darme cuenta que había sido una violación. A mis papas se lo conté el año pasado porque la depresión había aumentado de tal manera que yo ya no quería existir más, había atentado contra mi vida muchas veces, ya no tenía fuerzas para levantarme, pesaba 40 kilos. Me costó mirarlos a la cara y contárselo. Se sintieron mal, lloraron pero me apoyan en la lucha y están orgullosos de mí”. 

“En estos últimos meses me empecé a sentir bien, tranquila y a raíz de la ultima marcha que se hizo el 8 de marzo, pensé que era el momento de contar mi testimonio, de sacarme esta mochila de encima. Tengo muchas ganas de luchar y seguir” confesó.

En cuanto a que cosas la ayudaron a salir adelante, dijo que “la medicación me ayudó a mejorar el ánimo. Me hizo bien contárselo a mis papas y que me puedan acompañar. También, ayudó el acompañamiento de mis amigas. Cuando uno habla más del tema, más lo sana. Llegó un momento en que no me hacía tan mal contarlo. A partir del acompañamiento que tengo, puedo estar mejor”. 

“Le digo a los jóvenes que van a tener su viaje de estudio que disfruten, que no hay necesidad de exceso, lo pueden hacer de forma responsable. Hoy, un vaso de mas te puede arruinar la vida” sentenció.

Escuchá la entrevista completa con Débora Ferrari