Francisco podría ser dado de alta en los próximos días: mejoró con los antibióticos

El papa argentino de 86 años permanece internado por una bronquitis infecciosa.


El papa Francisco experimentó una notable mejoría en su salud. Fue tras recibir una infusión de antibióticos para una bronquitis infecciosa, informó el Vaticano en un optimista comunicado el jueves.

Francisco se trasladó al hospital el miércoles después de quejarse de dificultades respiratorias. Esto plantea nuevas preocupaciones sobre la salud del pontífice de 86 años de edad, que sufre de una serie de dolencias.

El Vaticano informó que diagnosticaron al Papa con un virus de bronquitis infecciosa, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, que requirió una infusión intravenosa de antibióticos. “(Esto) produjo los efectos esperados con una notable mejoría en su estado de salud”, dijo el comunicado. A su vez, añadió que “En base a la evolución esperada, el Santo Padre podría ser dado de alta en los próximos días”.

El Vaticano informó que el papa había pasado la tarde “dedicándose al descanso, la oración y algo de trabajo”. Más temprano el jueves, el Vaticano dijo que Francisco había rezado en la pequeña capilla dentro de su suite privada del hospital.

“Estoy conmovido por los muchos mensajes recibidos. Expreso mi gratitud por la cercanía y la oración“, escribió el papa por separado en Twitter. No estaba claro si Francisco podría participar en alguno de los próximos eventos de Semana Santa, uno de los períodos más ocupados en el calendario de la Iglesia, que comienza con el Domingo de Ramos el 2 de abril.

Cardenales dijeron que el Vaticano les había comunicado que el papa no presidiría los oficios de Semana Santa este año y que se repartirían las ceremonias entre ellos.

Sin embargo, el cardenal italiano Giovanni Battista Re señaló a la agencia de noticias AGI que se esperaba que Francisco asistiera a la misa principal el mismo día de Pascua, el 9 de abril.

El año pasado, el papa se sentó a un lado durante algunos de los eventos de Pascua debido a un persistente dolor en la rodilla, dejando que cardenales de alto rango oficiaran las misas.

Fuente: NA