Con emoción y esperanza, la comunidad católica mundial recibió al nuevo pontífice, el Papa León XIV. En Santa Fe, el padre Daniel Mencarelli, representante del Consejo de Laicos del Arzobispado, compartió sus primeras impresiones tras la elección del sucesor de Francisco.
“Es una señal concreta de que Dios no nos abandona”, afirmó el padre, donde se mostró agradecido por la oportunidad de compartir esta noticia con fieles de toda la región. El sacerdote destacó el fuerte arraigo latinoamericano de León XIV, pese a su origen estadounidense.
“Vivió más de 15 años en Perú, su madre era española y vivieron en Chiclayo. No sólo tiene sangre nuestra, tiene corazón nuestro”, dijo, subrayando la conexión del nuevo pontífice con Sudamérica y su gente.
Sobre el primer mensaje del Papa, Mencarelli señaló los múltiples idiomas usados —italiano, castellano y latín— como un signo de universalidad. Además, destacó el hecho de cercanía: “Nos habló en castellano, y eso nos toca profundamente. Es un hombre de corazón amplio”.
El padre también trazó paralelismos con el pontificado de Francisco, destacando señales de continuidad, especialmente en su enfoque sobre la paz y el cuidado de los más débiles. “Ya en su primer discurso habló de una ‘paz desarmada’. Creo que buscará acuerdos comunes en ecología, familia y justicia social”, expresó.
Asimismo, se refirió al significado del nombre elegido por el nuevo Papa. “León XIV nos conecta directamente con León XIII, el papa de la doctrina social de la Iglesia, que defendió al trabajador durante la Revolución Industrial.”, explicó.
Con ilusión, Mencarelli expresó el anhelo de que León XIV visite Argentina. “Lo esperamos con los brazos abiertos. Queremos tenerlo cerca para recibir, a través de él, la riqueza de Dios”.
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