La ciudad de Santa Fe fue escenario de una auténtica fiesta del rock: La Renga reunió a unas 40.000 personas en el estadio Brigadier Estanislao López del Club Colón en lo que fue uno de los recitales más imponentes del año en la provincia.
Fanáticos de todo el país llegaron desde temprano para participar del “banquete”, como suelen llamar los seguidores de la banda a sus presentaciones en vivo. Carpas, banderas, fuegos de asado y cantos se multiplicaron en las inmediaciones del estadio, configurando una postal inolvidable para la capital santafesina.
El impacto del evento no fue solo cultural: también se tradujo en un gran movimiento económico para la ciudad. Hoteles, comercios, bares y servicios de transporte se vieron beneficiados por la masiva convocatoria.
Víctor Hadad, coordinador de Gabinete de la Municipalidad de Santa Fe, confirmó que entre 100 y 150 colectivos llegaron durante el sábado, transportando a miles de fanáticos desde diferentes puntos del país.
La banda oriunda de Mataderos volvió a encender la llama de una celebración multitudinaria, donde el rock fue el punto de encuentro para compartir una jornada de música, emoción y espíritu fraternal. Una vez más, La Renga demostró por qué es una de las agrupaciones más convocantes del país y dejó su marca en una noche que Santa Fe difícilmente olvidará.