Posteó fotos de su hijo muerto a las 14 semanas para concientizar sobre el aborto

Sharran posteó su experiencia, en la que insistió en que el feto era un “bebé real” que estaba “completamente formado”.

Una mujer estadounidense compartió en las redes sociales unas fotos desgarradoras de su feto abortado a las 14 semanas de gestación para demostrar que está “perfectamente formado”, en un intento de disuadir a otras mujeres de practicar el aborto. Sharran Sutherland, del estado de Missouri, perdió su embarazo a los 40 años de edad pero no quiso que el feto fuera eliminado como un desperdicio médico.

Considerándolo un hijo muerto, llevó a su casa su diminuto cuerpo, de 10 centímetros de largo. Tras conservarlo en la heladera durante una semana, la mujer y su esposo Michael decidieron enterrarlo en una maceta de su jardín. Después, Sharran posteó su experiencia, en la que insistió en que el feto era un “bebé real” que estaba “completamente formado”.

Sharran Sutherland perdió su embarazo a los 40 años de edad pero no quiso que el feto fuera eliminado como un desperdicio médico. Ella dijo en su publicación contra el aborto: “¿Cómo puede una persona negar no solo la humanidad de mi niño pequeño, sino también a todos los otros bebés tan pequeños como él y matarlos de una manera tan horrible?

Espero que al compartir estas fotos de mi precioso niño pequeño pueda hacer que una persona que está contemplando el aborto decida dejar que su hijo viva”. Sharran dijo que está “agradecida” porque tuvo la oportunidad de dar a luz a pesar de haber perdido a su hijo, a quien llamó Miran.

Afirmó que se le negó la oportunidad de llorar adecuadamente porque su bebé nunca fue “legalmente” un niño. Según la ley de los Estados Unidos, un feto se convierte en un “bebé” a las 20 semanas de gestación.

Tras conservarlo en la heladera durante una semana, la mujer y su esposo Michael decidieron enterrarlo en una maceta de su jardín. Sharran escribió: “Mirándolo, sosteniéndolo en mi mano, mirando qué tan bien formado estaba: estaba asombrada. No podía creer lo perfecto que era todo para él. Sus orejas, su lengua, sus encías, sus labios.

Yo no lo podía creer”. Según la mujer, su hijo “solo necesitaba seguir madurando, creciendo y desarrollándose”.

“Quedé muy impresionada”, dijo Sharran. “Fue un sentimiento increible. Es muy difícil de describir. A pesar de que él había muerto, me dieron la oportunidad de mantener a mi bebé conmigo. Estaba agradecida por ello. (…)

Cuando una mujer pierde a su hijo por nacer, no puede llorar de la misma manera que una mujer que dio a luz a un bebé que muere después de nacer”.