El trabajo del futuro será local, sostenible y tecnificado

Uno de los temas cruciales para la puesta en marcha de nuevos desafíos es el de las nuevas relaciones laborales y los empleos que vienen. Cada vez más cerca, la tecnologización y los robots van quitando de sus sillas a los trabajadores que se resisten a los cambios, sion capacitarse ni comprender que hay que evolucionar. MDZ viene discutiendo estos temas desde hace unos dos años y ahora los pone en foco en Evolución. El G20 realizó aquí sus reuniones del L20 (Labour 20) y allí se discutió con fuerza lo que viene, si es que no ha llegado aun. Por eso consultamos a un experto como Alejandro Jofré, quien define aquí su “pronóstico” del trabajo.

El trabajo futuro tiene en una verdadera encrucijada a la Organización Mundial del Trabajo (OIT), y a las agrupaciones de empresarios y trabajadores. No hay acuerdo sobre cómo será y cómo van a protegerlo. Se habla del desarrollo del sector de salud, y desarrollo sustentable pero sin precisiones grandes, al menos hasta que el año que viene se termine de publicar el trabajo que están desarrollando sobre esta temática.

Los que usualmente escriben sobre el trabajo del futuro tampoco se ponen de acuerdo, ya que están los que aseguran un futuro sin trabajadores y aquellos que piensan que todo se irá acomodando. Son los apocalípticos o integrados. Luditas y revolucionarios 4.0.

En el mundo del trabajo están ocurriendo dos fenómenos arrolladores. Uno el avance de la tecnología de automatización y de inteligencia artificial. El segundo es el cambio generacional y el arribo de nuevas formas de consumo.

La automatización es un fenómeno innegable, que si bien se da con más fuerza en países desarrollados, en nuestro país van asomando estas transformaciones. El principal problema de la automatización es el bajo costo de producción que conlleva, y el cambio de mano de obra sin especialización a otras más especializadas. De muchos trabajadores de baja calificación a pocos muy calificados. Es un problema de reducción de fuentes de trabajo en cantidad y calidad.

El segundo problema es el cambio en el consumo de la gente. Las plataformas virtuales (MercadoLibre, Uber, Cabify, Despegar, Booking y PedidosYa, entre otros) han generado la lenta extinción del comercio tradicional, el taxi, la empresa de viajes y el repartidor. Hace tiempo que el canillita se encuentra en franca extinción con el paulatino cierre de los diarios papel y la aparición de medios digitales. La gente consume de otra manera.

Las inversiones en infraestructura son fundamentales para conquistar nuevos mercados, pero hay que decidir estratégicamente que sectores y actividades vamos a potenciar para  que ayuden a generar el trabajo futuro.