Qué hacemos con los perros en vacaciones

Cuando llega el momento de planificar un viaje, surge el inconveniente de pensar dónde dejar o con quién a los perros y gatos. Hay varias opciones, desde guarderías hasta hoteles de lujo.

El 53% de los hogares tiene un perro y de todos ellos, al 76% le preocupa qué hacer con su mascota a la hora de programar las vacaciones, según un estudio publicado en 2018 de la consultora Voices! para la agencia Booking.com. Además, Argentina lidera el ranking mundial de canes por habitante, antes que México y Brasil.

La importancia de las mascotas en los hogares argentinos es altísima. Y el descanso, las vacaciones, los días alejados de la rutina sólo se disfrutan si no hay nada de qué preocuparse. Llevarlo con la familia, buscarle alguien que lo cuide o dejarlo en algún lugar donde se entretenga durante la ausencia, son algunas de las opciones que podrían ser una solución más que adecuada para una situación que parece simple pero que muchas veces se torna compleja.

Lo ideal es pensar las distintas opciones con tiempo para poder hacer todo lo que se necesita sin necesidad de estresarse. Si el lugar donde se eligió como destino acepta a la mascota, en principio es importante saber qué hay que hacer. “Dependiendo del lugar los requisitos son diferentes. Si vamos a viajar dentro del territorio nacional hay que llevar siempre los documentos de salud del perro mínimos que se requieren para que esté en regla en Argentina. Si es al exterior, es aconsejable dos meses antes ver al veterinario porque cada país exige requisitos distintos”, explicó a Crónica el Dr. Hernán Naccarato, veterinario de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), MN 8907.

“Todo depende de a dónde nos vayamos, del nivel de educación del perro o cuán habituado esté en salir de casa, el lugar y los vecinos a donde lo vayamos a llevar y las posibilidades que tengamos”, aseguró Marisol Rey, directora de “Patita, Patita, adiestramiento canino”, y agregó que el planteo que el dueño debe hacerse es si “va a mejorar la calidad de vida de la mascota o va a entorpecer y perjudicar su salud fisica o comportamental”. Además, tener en cuenta en qué será trasladado el animal, es un punto importante: “Qué medio de transporte voy a tomar, voy a ir en auto, cuántas horas van a ser, cómo voy a organizar las paradas, para que el perro pueda hidratarse, pueda ir al baño y pueda descansar. Hay que analizar si el medio de transporte es el adecuado para él”, explicó Rey.

¿Los llevamos o los dejamos?

Los especialistas aseguran que depende de cada mascota: “Si la decisión es llevarlo hay que saber las regulaciones del lugar para que mi expectativa de viaje coincida con la realidad”, aseguró Rey.“Que la casa sea a prueba de fuga, que las salidas de las ventanas y los balcones tengan protecciones en contra de caídas, que la instalación eléctrica esté en buen estado, que no haya muebles que se puedan tirar encima, que no haya cosas que se puedan tragar, que los medicamentos, los productos de limpieza y todos los productos potencialmente tóxicos estén totalmente fuera del alcance de la mascota”, son algunas de las recomendaciones del veterinario.

Cuando la opción de llevarlo con la familia adonde sea que vayan no es posible, aparecen distintas posibilidades que podrían ayudar a disfrutar de una estadía sin altibajos ni preocupaciones o los obligue a regresar antes de lo planeado. Cristian Urrizaga, más conocido como Cristian U, es el ganador del programa “Gran Hermano 2011″, pero desde hace más de 22 años trabaja con perros como paseador, adiestrador y cuidador. Como dueño del Hotel Canino Cristian U, aloja a perros de distintas razas, estilos y tamaños en sus instalaciones de amplias comodidades caninas. “Hay una demanda fuertísima porque la gente quiere muchísimo a sus animales en Argentina y hay gente que gasta hasta lo que no tiene por el bienestar de ellos. El problema está cuando lo empiezan a gastar mal en personas que no son confiables”, explica Cristian.

El ex participante del reality show es dueño de un hotel de tres pisos, con piletas, habitaciones con aire acondicionado, televisores y camas para unos 25 perros, salas de juegos con peloteros, jumping y camas elásticas. Además de las prestaciones de baño, peluquería y spa. Con un veterinario durante todo el día, la casa de tres pisos ubicada en el barrio de Barracas, de 480m2 cubiertos y 110 m2 al aire libre, es un hotel que ofrece un servicio completo para las mascotas que se alojan. “Ellos son mucho más simples, con tener un buen lugar y estar entre ellos ya se divierten, pero si uno le puede dar un poquito más de opciones para que lo puedan pasar mejor en la estadía, aún mejor”, explicó Cristian a Crónica. Este servicio además incluye la posibilidad de poder ver qué hace el perro mientras el dueño no está, mediante una aplicación para el teléfono o la computadora, ya que el hotel cuenta con cámaras de vigilancia que cubren desde la calle hasta cada una de las habitaciones. “Vos al perro podés dejarlo una hora, un día, una semana, un mes o meses, como una clienta que viaja muchísimo a Salta y hace dos años que le tenemos el perro. Ella lo viene a buscar los fines de semana que es cuando viene a Buenos Aires, después durante la semana lo cuidamos nosotros”.

Cristian viene de una familia “mascotera”. Sus hermanos también trabajan con él en el hotel canino. Uno de ellos además es adiestrador de perros de rescate de los Bomberos Voluntarios de Vuelta de Rocha. Otro de ellos es paseador y peluquero canino. “Y estoy en el tema del proteccionismo con el refugio San Francisco de Asis. Somos personas que hace más de veinte años nos dedicamos a los animales”, aseguró. El propietario del hotel canino sabe que la situación económica en la Argentina es compleja: “Me adecuo al bolsillo de la gente porque no es un momento en el que todo el mundo tiene trabajo y lo puede pagar. Una buena instalación no siempre tiene que ser cara, porque prefiero tener 25 lugares ocupados a un promedio que todos los dueños pueden acceder, que estén contentos y vuelvan, a tener cinco lugares y que te digan ‘me encantaría, pero no lo puedo pagar'”, concluyó Cristian y agregó: “Esto es un servicio y en este momento la cantidad va a ser la calidad. Está todo armado para eso”.

Una opción más familiar o menos suntuosa es un pensionado canino. Coralina Gemetro es miembro fundador de la Mutual de Trabajadores Caninos y lleva adelante junto a su marido y dos de sus hijos el pensionado familiar canino “Walking The Dog”. “En la guardería el perro se queda durante el día hasta una determinada hora de la noche y en el pensionado canino el perro pernocta en nuestra casa. Es decir que si vos te vas de vacaciones o te vas de viaje o estás haciendo una remodelación en tu casa y necesitás tenerlo en otro espacio, es el lugar”, aseguró Coralina, quien se encargó de aclarar que no se manejan “ni con jaulas, ni con cadenas, ni con caniles, ni con nada de eso”. Es un pensionado con una onda familiar: “Es mi casa, los perros se acomodan habitualmente donde tienen ganas de acomodarse, puede ser en la cama, en el sillón, en el piso, en mi cuarto, en el cuarto de mis hijos, en el patio, en donde sea, no hay ningún problema”, explicó.

Otra alternativa posible es encontrar un conocido o contratar a alguien que cuide al perro en su propia casa durante la ausencia para que lo entretenga, le de de comer y lo pasee al menos dos veces al día. “Hay gente que en vez de llevarlo a un pensionado te da la llave de su casa y te dice andá a cuidarmelo a mi casa, es otra variante. Ese servicio lo hace mi hijo mayor que vive en un departamento y no tiene espacio. Eso se cobra 250 el día, que son dos veces un paseo de una hora de comida y el agua. Atenderlo y ver que esté bien el perro”, contó Gemetro.

No hay una sola opción, no hay un solo destino, no hay sólo una posibilidad pero sí hay una preocupación, que quien es parte de la familia todo el año también lo sea durante nuestros días de descanso.