Tener un perro ayuda a vivir más después de un infarto o un ACV

Según dos trabajos, se debe a un aumento en la actividad física y a la disminución de la soledad.

Vivir con un perro puede ser bueno para el corazón en todo sentido. Un estudio y un metaanálisis mostraron que puede estar asociado a una vida más larga y a una mejor salud cardiovascular, especialmente en personas que hayan tenido un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular que viven solos.

“Los hallazgos en estos dos estudios y análisis bien hechos se basan en estudios previos y las conclusiones de la Declaración Científica de la AHA 2013 ‘Propiedad de mascotas y riesgo cardiovascular’ de que la propiedad del perro está asociada con reducciones en los factores que contribuyen al riesgo cardíaco y a los eventos cardiovasculares”, sostiene Glenn N. Levine, presidente del grupo de redacción de la declaración científica de la AHA sobre la tenencia de mascotas.

“Además, estos dos estudios proporcionan datos buenos y de calidad que indican que la propiedad del perro se asocia con una reducción de la mortalidad cardíaca y por todas las causas. Si bien estos estudios no aleatorios no pueden ‘probar’ que adoptar o poseer un perro conduce directamente a una mortalidad reducida, estos hallazgos sólidos apuntan claramente en esta dirección”, agrega.

Dada la investigación previa que demuestra cómo el aislamiento social y la falta de actividad física pueden afectar negativamente a los pacientes, los investigadores, tanto en el estudio como en el metaanálisis, buscaron determinar cómo la propiedad del perro afecta los resultados de salud. Estudios anteriores habían mostrado que la propiedad de un perro alivia el aislamiento social, mejora la actividad física e incluso reduce la presión arterial, lo que lleva a los investigadores a creer que los dueños de perros podrían tener mejores resultados cardiovasculares en comparación con los que no conviven con estas mascotas.

Los investigadores de este estudio compararon los resultados de salud de dueños de perros y personas que no tenían mascota después de un ataque cardíaco o un ACV utilizando datos de salud proporcionados por el Registro Nacional de Pacientes de Suecia.