“Chiquilín de Bachin”

Por Adolfo Barrios — Es una hermosa y conocida canción, compuesta por Astor Piazzolla y el poeta Horacio Ferrer, que fue interpretada por primera vez por Amelita Baltar, aunque luego una interpretación emocionalmente quebrada de Goyeneche, quedó asociada en adelante con el tema.

En noviembre de 1969 salió a la venta un disco simple, característico de esa época, con dos de los más emblemáticos temas de la dupla Ferrer-Piazzolla: del lado A, “Balada para un loco”; y del lado B, “Chiquilín de Bachín”.

El tema trata sobre un chico de la calle que vende flores en los restaurantes de la zona de teatros de Buenos Aires ubicados en la avenida Corrientes. Bachín era un bodegón ubicado sobre la vereda norte de la calle Sarmiento casi esquina Montevideo. El bodegón era parte del Nuevo Mercado de Buenos Aires y fue demolido, como la mayor parte de esa manzana, para construir el Paseo La Plaza, pero en el mismo lugar se ha construido otro restaurante que lleva el nombre de “Bachín”.

Horacio Ferrer solía frecuentar los bares y restaurantes de la zona, después de actuar, como la mayoría de los artistas. La propia casa de Ferrer se encontraba a tres cuadras de Bachín.

Una noche, cenando ahí mismo y en los manteles de papel que había en Bachín, Horacio Ferrer empezó a esbozar la letra de la canción, a la que Astor Piazolla enseguida le puso música. Y así nació ese tema tan especial que luego recorrería el mundo.

El niño que vendía flores en Bachín se llamaba Pablo Alberto González y contaba en ese momento con 11 años. Pablo –Pablito, como lo conocen aún ahora- tiene una de esas historias de vida que merecen ser contadas.

Comenzó abriendo y cerrando las puertas de los taxis, hasta que una amiga le dice que, vendiendo flores, ganaría más. Su madre lo acompañaba al restaurantey después de acostarlo, hacía la limpieza en algunode esos bares, mientras vivían en una pieza de una pensión, con sus hermanos más pequeños.

Pablito trabajaba en Bachín desde las 12 de la noche a las 6 de la mañana,ofreciendo rosas, pensamientos, violetas…, pero sobre todo, ramitos de tres rosas, aquellas inmortalizadas en el texto del tema como “baleame con tres rosas”.

Piazzola y Ferrer lo veían todos los días.  Les llamó la atención su corta edad y su simpatía y le prometieron que le harían un tango, pero que tenía que seguir portándose bien. Y un día estrenaron el tango en la casa de Pablito: llevaron tortas y bebidas, y su mamá había preparado y adornado la casa para cuando llegaran. Después lo tocaron en el teatro Regina. Pablito fue invitado, y el público lo ovacionó.

Horacio Ferrer siempre lo aconsejó, lo cuidó, y hasta le consiguió trabajo para hacer changas con orquestas de tango, como “plomo”(el que carga los equipos) del maestro Pugliese, de Pichuco,y gracias a Hugo Díaz (aquel genio de la armónica), fue “plomo” en el Festival de Cosquín varios años, para grandes del folclore como Yupanqui o la Negra Sosa.

Pablito lo quiso como a un padre y, cuando se casó, en 1984, Horacio Ferrer fue su padrino de boda.

Más de medio siglo después,todo ha cambiado. Piazzolla murió en julio de 1992. Ferrer varios años después, en el 2014. El restaurante Bachín fue demolido cuando se construyó el Complejo La Plaza. En el Mercado de las Flores, donde la mamá del Chiquilín compraba las rosas para armar los ramitos, ahora hay un templo evangélico de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Y aquel Chiquilín al que le cantaban Amelita Baltar y el Polaco Goyeneche, ya pasó los 60, tiene 4 hijos, 8 nietos, y 2 bisnietos. Y todos los días alza su frente y su corazón a la vida, trabajando con un furgón de fletes en el sur del Gran Buenos Aires. Es el señor Pablo Alberto González, pero para todos seguirá siendo siempre el “Chiquilín de Bachín”

“Por las noches, cara sucia

De angelito con bluyín

Vende rosas por las mesas

Del boliche de Bachín

Chiquilín, dame un ramo de voz

Así salgo a vender

Mis vergüenzas en flor

Baleáme con tres rosas

Que duelan a cuenta

Del hambre que no te entendí, Chiquilín”

 Piazzolla – Goyeneche. Año 1982, de Piazzolla y Ferrer: Chiquilín de Bachin:


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