El gremio de trabajadores lácteos amenaza con paralizar a la industria

Se vuelve a instalar un conflicto sobre la “situación SanCor”; en el sector aseguran que no hay novedades en la Cooperativa que motiven una decisión tal.


Este martes la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) volvió a emitir un comunicado en el que vuelven sobre la idea de crisis en una empresa (Sancor), pero que debe pagar toda la industria lechera.

Es llamativo que el gremio quiera seguir insistiendo con un paro, una medida de fuerza de carácter nacional, para supuestamente beneficiar a la situación de la Cooperativa, que está en el mismo plano que hace varios años y sobre lo cual siempre se contó con el apoyo de este sindicato.

Hace más de una semana Atilra había lanzado la intención de generar medidas de fuerza al respecto, que no pudo concretar, porque dentro de las diferentes industrias en todo el país el ánimo no está dado para tal fin.

Con una paritaria cerrada recientemente que aportará al menos un 30 por ciento de aumento en los salarios, un bono de 12.500 pesos para los trabajadores y otro de 15 mil por empleado para el gremio, esto significa que incluso en SanCor no hay motivos para dejar de producir un día. Sin asambleas realizadas al respecto, ni siquiera dentro de la cooperativa, esta decisión de la cúpula gremial podría generarle a los trabajadores de ser llevados a un paro de actividades, a la pérdida del presentismo, que arranca en los 15 mil pesos al momento de liquidar un mes.

Esta situación que se registró en los últimos ceses de actividad promovidos por Atilra, generó cierto malestar entre los representados. Cabe destacar que en muchas empresas, durante los últimos días, muchos de los trabajadores no estaban al tanto de la intención de una manifestación gremial ante SanCor, que involucre a toda la industria.

Desde el sector industrial se continúa sin comprender el alcance, ni la finalidad de esta acción, más aún si se tiene en cuenta que no existe negociación alguna para la consecución de financiamiento para la Cooperativa en un momento tan complejo a nivel social, sanitario y económico para el país.

Es por estos motivos que el malestar político se multiplica a medida que pasan los días y se renuevan las amenazas gremiales. Tanto desde la provincia de Santa Fe, como desde el Ejecutivo Nacional, no se comprende la intención de generar una incomodidad que no está atada a despidos, discontinuidad en el pago de salarios, incumplimientos de acuerdos, o motivos similares que son los que en general impulsan las actividades visibles del gremio.

Que SanCor precisa un esquema financiero que permita recuperar el capital de trabajo y sumar litros a su procesamiento diario, para llegar en un mediano plazo al millón de litros y luego a los 1,5 millones, es sabido. Pero siempre esto debe estar acompañado de una mejora en la demanda, que esté encuadrada en un esquema inflacionario y económico que permita asumir la responsabilidad de recibir dinero proveniente de un formato similiar a un fideicomiso, o esquema similar. A esto se añade la necesidad de contar con el apoyo del sindicato lechero, o al menos de no mediar con interferencias.

El texto completo de Atilra

Agotado sin resultados el tiempo solicitado por los directivos de SanCor a sus trabajadoras y trabajadores para desarrollar el auto denominado Plan de Saneamiento de Deudas y Recuperación Productiva, la conducción nacional de ATILRA se encuentra coordinando las medidas de acción sindical que, por la magnitud del problema, habrán de abarcar a toda la industria láctea.

Sin perjuicio de ello y en la búsqueda de una solución de fondo, ATILRA continúa manteniendo contacto fluido con las autoridades gubernamentales nacionales al más alto nivel, quienes han dado muestras de comprensión, receptividad y predisposición, para evaluar alternativas que puedan salvaguardar la fuente de trabajo, con el apoyo de las y los trabajadores, la entidad sindical y las comunidades de la vasta zona de influencia de la empresa.

Dentro de estas alternativas se manejan distintas posibilidades que van desde la concreción de inversiones privadas hasta la conformación de una cooperativa de trabajadores. Pero estas alternativas dependerán de la aprobación o rechazo de las actuales autoridades de la empresa, dentro del escaso margen de maniobra que brinda el fracaso del plan de saneamiento y recuperación, y las deudas acumuladas.

En ese sentido, por el bien de la empresa y la comunidad toda, es de esperar que prime la razonabilidad del interés colectivo y no el privilegio de unos pocos.

En tal contexto, sin abandonar el diálogo con todos los actores sociales de la problemática y por mandato de las bases, ATILRA se apresta a desarrollar el plan de lucha progresivo por la fuente laboral, manteniéndose los afiliados del país en estado de alerta a la espera de instrucciones.