Alerta: Los peligros por la bajante en la Laguna Setúbal

La importante y sostenida bajante que registran los cursos de agua que surcan las costas de Santa Fe pone en evidencia una morfología que muchos desconocíamos.


Basta dar un paseo por la costanera para darse cuenta que el paisaje no es el mismo.
El espacio que ocupaba el agua hoy ha dejado al descubierto costas inestables, lechos arcillosos y playas en la que proliferan especies nativas de la flora autóctona.

Estas consecuencias de la prolongada bajante no sólo cambian la postal tradicional de nuestros paisajes costeros, sino que presentan un escenario que exige mucha precaución en la circulación de personas, tanto en las costas como en el agua.

La imagen de la manta que está por encima de los tubos que forman el túnel subfluvial, a flor de agua; videos donde se observa la caída de zonas ribereñas, que quedaron al descubierto por la bajante de las aguas, el fondo de la laguna agrietado que se seca al sol y la vegetación que avanza rápidamente, especialmente en las costas de la Setúbal, ocupando gran parte de la zona de playas, lo que tiene un fuerte impacto en el paisaje costero de la ciudad, son la evidencia de la transformación natural del ambiente.

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Hoy al recorrer las dos costaneras santafesinas, se puede observar una población de juncos, sauces y alisos, que se interponen entre la zona de solariun o el paseo costero y la propia laguna, sumando una pared verde al paisaje conocido.
A partir de esto último, que incluso ha generado una disputa política entre los funcionarios locales, donde desde la oposición en el concejo se reclama el desmalezamiento y desde el oficialismo se explica que es un monte nativo, al que hay que proteger y no destruir , decidimos conocer un poco más de la “historia de la Laguna Setúbal” y su cambio de morfología.

Para ello consultamos a Luis Santiago Dopazo, especialista en hidrometeorología y miembro de la Consultora Tiempo y Clima.
Para ayudarnos a comprender estos cambios que se dan con el paso de los años y las sucesivas crecientes y bajantes en todo el sistema Paraná, Dopazo recordó que “En la década del 60, la laguna Setúbal era una sola que nacía en los pilares del puente roto o el puente del ferrocarril y llegaba hasta Laguna Paiva”.

“Era una laguna de 60 kilómetros de extensión y de agua salada, con un alto contenido de sal producto de que se alimentaba de los saladillos por el norte y del Arroyo Aguiar por el oeste, que son arroyos con agua de muy mala calidad. En esa época el fondo de la laguna y las orillas eran de arena pura, esa arena amarilla bien del Paraná y no crecía vegetación por la muy mala calidad del agua”.

Dopazo agregó que “tan mala era la calidad, que la toma de agua para abastecer a la ciudad de Santa Fe debió hacerse en el Río Colastiné y se construyó el Puente Colgante para traer el agua cruda desde allá”.

El especialista en hidrometeorología mencionó que además “en la década del 60 se construyó la Ruta Uno que comunica todas las localidades de la costa santafesina y que se constituyó en un terraplén que separa la cuenca de la Laguna Setúbal y el Río Paraná propiamente dicho”.


“Cuando en 1966 se produjo una crecida extraordinaria, el Paraná se encontró con el terraplén que era la Ruta 1 y el único paso que tenía para equilibrar los niveles de agua entre el río y la Laguna Setúbal era por el Arroyo Leyes”. Es por ese motivo que “el Arroyo Leyes comienza a meter sedimentos finos, limos, arcillas, barro y esos sedimentos crean un delta, que cruzan la margen este de la Ruta y tocan lo que es la zona de El Chaquito en Monte Vera, dejando una zona de esteros, riachos y lagunas pequeñas producto de esa invasión del Arroyo Leyes con sus sedimentos y dejó lugar a que se formara ese delta que viene creciendo año tras año y que es el responsable de sedimentar toda la laguna, como la conocemos ahora y de generar otro paisaje insular, isleño distinto a lo que se conocía”.
“Los sedimentos finos cambiaron la conformación del lecho de la laguna esto provocó que ya no se pueda cruzar caminando como lo hacían antes, porque el limo y la arcilla crean el efecto de arenas movedizas que succionan a las personas o animales que pasan por arriba impidiéndoles salir”. Es por ese motivo que se pone tanto énfasis en recomendar a la gente que no intente caminar o desplazarse con vehículos por el lecho aparentemente seco de la laguna, o cruzar a la otra orilla, algo que varios intentaron y que en un caso terminó con un saldo fatal.

En relación a la aparición de gran cantidad de especies vegetales que proliferan en las orillas de la laguna, Luis Santiago Dopazo sostiene que “lo ideal sería aprovechar ahora, que el río va a bajar más aún para retirar toda la vegetación desde la rambla hasta el faro, despejando las dos costaneras retirando todo lo que está creciendo”. El científico del Instituto Nacional del Agua explicó que esta vegetación “genera volumen, que en la laguna, cuando crezca el agua, hará que ese espacio ya esté ocupado, de modo que lo que el agua no pueda ganar hacia los costados lo hará por arriba, pudiendo provocar que aumenten los niveles de la laguna más de lo normal cuando tengamos crecidas extraordinarias”.
“Además esa vegetación va a provocar que la velocidad del agua sea prácticamente nula con lo que aumenta la sedimentación y se reduce el tiempo en que la laguna termine convirtiéndose en río o en río y esteros”, sumó.

“Lo recomendable, sería aprovechando que el río va a seguir bajando y que los costos son mucho menores cunado se trabaja en seco, desmontar todo desde playa norte hasta el faro y la costanera este de punta a punta dejando la playa completamente despejada”.
De esto se desprende algo en lo que muchos especialistas coinciden y es que la laguna va en camino de convertirse en un río, por lo que tal vez la acción humana, liberando las costas, pueda retrasar este proceso de transformación natural constante.
Es nuestro medio, es el agua que nos rodea y condiciona nuestras vidas, por falta o exceso, por eso nada de lo que se haga o se deje de hacer será inocuo, de alguna manera nos afectará y modificará nuestra relación con el ambiente costero rodeado de una zona densamente poblada.

Por Carina Bolatti para RadioEME