Cristina impuso su postura pero Alberto Fernández logró conservar tropa propia

Juan Manzur remplaza a Santiago Cafiero, tal como la vicepresidenta le propuso a Alberto Fernández en marzo pasado. El Presidente mantiene en el gabinete a Guzmán y a Kulfas, dos funcionarios cuyas políticas criticó Cristina Fernández


Cristina Fernández de Kirchner logró mover algunas piezas del Gabinete nacional y mantuvo ministros clave, como Eduardo “Wado” de Pedro, acaso el motorizador de los cambios con su sorpresiva renuncia presentada el miércoles pasado. También logró sacar a Santiago Cafiero de la jefatura de Gabinete. En la carta del jueves en la que transparentó sus diferencias con el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta contó que le propuso en la reunión mantenida el martes en Olivos el cambio de Juan Manzur por Cafiero. El gobernador de Tucumán (uno de los pocos entre sus pares que salió airoso de las PASO) estuvo reunido ayer con Fernández. Casi al mismo momento en que se conocía el pronunciamiento público de Cristina Kirchner. Alberto Fernández, anoche, accedió a la propuesta.

Fernández perdió a su Jefe de de Gabinete, pero también es cierto que Manzur fue desde la integración del Frente de Todos, uno de sus principales aliados. El gobernador es más “albertista” que “kirchnerista”. “Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro”, escribió Cristina Fernández sobre Manzur.

El Presidente debió echar a su vocero, Juan Pablo Biondi, otro de los blancos de las críticas de Cristina Kirchner. La vicepresidenta lo acusó de hacer operaciones periodísticas en su contra. Una acusación irremontable. Retener a Biondi hubiese implicado un quiebre total en el Frente de Todos.

Distinta fue la suerte de Santiago Cafiero, quien nunca gozó de la simpatía del sector kirchnerista. Alberto Fernández convenció a Cristina Kirchner de mantenerlo entre sus colaboradores. Ayer, Cafiero llegó al mediodía a la Casa Rosada, se cruzó al ministerio de Economía, regresó a la casa de Gobierno, que dejó por la noche.

Lo que sorprendió, en todo caso, es su nuevo lugar en el gabinete sea la Cancillería. Más sorprende por el hecho de que Felipe Solá, el ministro de Relaciones Exteriores viajó a México para participar de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). “Se enteró en El Salvador, viajando a México”, confió a este diario una fuente de Cancillería. Solá siempre fue considerado un “líbero” dentro del Frente de Todos. Quizás esa falta de base de apoyo, lo haya convertido en una pieza fácil para sacrificar.

Las salidas de Sabina Frederic de Seguridad y Nicolás Trotta de Educación venían siendo demandas dentro del Frente de Todos por parte del kirchnerismo. Se solía apuntar a ellos como ejemplos de “los funcionarios que no funcionan”, la frase que acuñó Cristina Kirchner del 27 de octubre del año pasado. Aníbal Fernández es una pieza de equilibrio entre los sectores del oficialismo; Jaime Perzyck, en Educación, responde al kirchnerismo.