Magia y dolor: parte médico del Pulga Rodríguez

 

El delantero de Colón y otra definición exquisita. “Si no es golazo no valen”, afirman en las redes. Minutos después, un choque con un rival lo obligó a ser reemplazo.

El reloj marcaba 40′ del primer tiempo y Colón – Estudiantes de La Plata empataban 1-1 cuando Luis Miguel Rodríguez lo hizo de nuevo: otro golazo del delantero nacido en Simoca y furor en las redes sociales, como cada vez que muestra su magia y grandes definiciones que ya son su marca registrada.

Tras una serie de pases, la jugada fue de derecha a izquierda. El 10 de Colón esperaba agazapado entrando en silencio al área. Ya tenía claro lo que iba a hacer cuando le llegue la pelota, porque sabía que era él el encargado de terminar la jugada.

Dos toques alcanzaron. Controló de zurda, levantó rápidamente la cabeza para corroborar la ubicación de Jerónimo Pourtau y acarició con su botín de derecho para sentenciar el 2-1 y hacer delirar a todos los amantes del fútbol y del Pulga.

Pero no todo fue brillo y alegría en la noche santafecina. En los primeros minutos del complemento, El Pulga fue a disputar una pelota con el paraguayo Jorge Morel y cayó tendido.

El 10 se retiró de la cancha en camilla y con claros gestos de preocupación. El mundo del fútbol todavía aplaudía su golazo cuando hizo propio el dolor del Jugador del Pueblo.

El golazo del Pulga y el dolor por su lesión