Biden se burló de sí mismo, Trump y la prensa en la cena de gala de periodistas

En la ostentosa fiesta y ante 2.600 periodistas, funcionarios y celebridades, un Biden con el acostumbrado smoking hizo chistes sobre sus bajos índices de popularidad, sobre Trump y la prensa y aceptó una reprimenda del presentador, Trevor Noah. 


La cena de gala de los periodistas acreditados en la Casa Blanca retornó el sábado a la noche luego de dos años, con las acostumbradas bromas sobre Washington y la prensa y, también, con el presidente de Estados Unidos.

La cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, suspendida por el coronavirus en 2020 y 2021, tuvo como estrella máxima al presidente demócrata Joe Biden, el primer mandatario que asiste a ella en seis años.

Su predecesor, el republicano Donald Trump, declinó participar del evento debido a su muy mala relación con la prensa.

En la ostentosa fiesta y ante 2.600 periodistas, funcionarios y celebridades, un Biden con el acostumbrado smoking hizo chistes sobre sus bajos índices de popularidad, sobre Trump y la prensa y aceptó una reprimenda del presentador, Trevor Noah.

También hubo referencias serias al conflicto en Ucrania, a los desafíos para la democracia y a las libertades de los medios de comunicación en el país y en el extranjero.

“Estoy muy emocionado de estar aquí esta noche con el único grupo de estadounidenses con un índice de aprobación más bajo que el mío”, dijo Biden en alusión a los periodistas.

La Asociación de Corresponsales de Prensa de la Casa Blanca, la WHCA, ha acogido a los presidentes en una cena anual de etiqueta desde 1924.

Pero la ceremonia -amada por algunos, denostada por otros- se detuvo bajo el doble impacto de la presidencia de Trump, enemistado con medios de comunicación, y el Covid-19.

Por lo que reunir a los en el Washington Hilton supuso una vuelta a lo usual.

Biden reconoció que los últimos años habían sido duros, debido al coronavirus y a Trump, al que calificó de “plaga”.

“Tuvimos una horrible plaga… seguida de dos años de Covid”, dijo, desatando la risa de los presentes.

Sus comentarios tomaron luego un giro más serio, reconociendo la labor de los periodistas que cubren la guerra en Ucrania y advirtiendo de “un veneno que recorre nuestra democracia… con la desinformación en aumento”.

“Ustedes, prensa libre, son más importantes que nunca en este siglo”, dijo Biden.

En la cena también se rindió homenaje a los sacrificios hechos por los periodistas en zonas de guerra, informó la agencia de noticias AFP.

Con los altibajos de la pandemia, algunos cuestionaron la presencia del presidente de 79 años, ya que su vicepresidenta Kamala Harris dio positivo al virus la semana pasada.

Aunque Biden se saltó la comida por precaución, no se puso una máscara. “Trevor, la buena noticia es que ahora puedes molestar al presidente de Estados Unidos”, dijo el mandatario al presentar al cómico. “Y a diferencia de (lo que ocurriría en) Moscú, no irás a la cárcel”.

Noah abrió su discurso diciendo que se sentía honrado de ser el anfitrión del “evento más distinguido de la nación”.

Los periodistas “han sido muy duros con usted, lo que no entiendo”, bromeó.

“Desde que usted ha llegado al cargo, las cosas están mejorando de verdad, ya sabe, la nafta ha subido, el alquiler ha subido, la comida ha subido. Todo”.

Biden, que se rió durante todo el show de Noah, parece querer trazar una línea con Trump, que no sólo no asistió a la cena, sino que tachó a los periodistas de “enemigos del pueblo.”

La última gala de la WHCA, antes de que estallara la pandemia, fue en 2019 y no asistió el presidente. El año anterior, las bromas de la comediante Michelle Wolf molestaron a la secretaria de prensa de Trump, Sarah Huckabee Sanders.

El presidente de la WHCA, Steven Portnoy, empleado de la radio CBS, dijo que era hora de volver a la tradición con una velada dedicada a los grandes periodistas de la historia, premios para los de hoy y homenaje “a los colegas que murieron en Ucrania”.

Noah se hizo eco del sentimiento, cuando su discurso dio un giro serio al calificar el derecho a la prensa libre como una “bendición”.

“Háganse esta pregunta: si los periodistas rusos que están perdiendo… su libertad por atreverse a informar sobre lo que hace su propio gobierno (…), si tuvieran lo que ustedes tienen, ¿lo usarían de la misma manera?”