La variación de precios de febrero, presentada por el INDEC, mostró una aceleración en la inflación, que subió al 2,4% en comparación con el 2,2% de enero. Uno de los principales factores que impulsó esta cifra fue el aumento del 7,6% en el precio de la carne en el Gran Buenos Aires, con la región patagónica experimentando la mayor suba, alcanzando un 9,7%.
Este incremento en el precio de la carne responde al alza en el valor de la hacienda, que durante el segundo mes del año volvió a registrar un fuerte aumento, alcanzando un promedio de $2.206,3 por kilo en el mercado de Cañuelas. Esto representó un 8,7% más que en enero, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
Los principales protagonistas de esta suba fueron los novillos, vaquillonas y novillitos, cuyas alzas mensuales fueron del 14,9%, 14,4% y 13%, respectivamente. El precio del kilo vivo en febrero para estos animales alcanzó los $2.583,1 en novillos, $2.724,3 en vaquillonas y $2.802,5 en novillitos.
El aumento se debió a una disminución en el número de animales vendidos, con caídas mensuales del 12,9% en vaquillonas, 8,9% en novillitos y 5,3% en novillos. Además, el informe subrayó que, en términos de dólares oficiales, el valor de la hacienda alcanzó su nivel más alto en los últimos 15 meses, con una recuperación significativa respecto a enero.
En cuanto al mercado de hacienda medido en dólares “libres”, el precio del kilo vivo subió un 6,9% en comparación con enero, alcanzando los 1,832 dólares por kilo, un 3,1% menos que el máximo histórico registrado en marzo de 2011.
En los últimos meses, el incremento sostenido en el precio de la hacienda ha llevado a que las subas en la carne en el mostrador superen en muchas ocasiones la inflación general. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los precios en mostrador aumentaron por encima de la inflación en diciembre y enero, con incrementos del 10,3% y 0,5% respectivamente. En particular, los cortes más caros fueron los que más subieron, con un incremento promedio del 2,6%, mientras que los cortes intermedios y económicos aumentaron un 2,4% y 2,0% respectivamente.
Este escenario pone de manifiesto una fuerte correlación entre el aumento de la hacienda y el precio final al consumidor, dejando en evidencia una presión sobre los precios de la carne que va más allá de los índices de inflación oficiales.