11-S: a 20 años de los atentados a las Torres Gemelas

Se cumplen dos décadas del llamado 11-S, el día de los atentados terroristas sobre las Torres Gemelas y el Pentágono.

Este sábado se cumplen 20 años de los atentados del 11-S a las Torres Gemelas y a otros puntos de los Estados Unidos, uno de los ataques terroristas más impactantes de la historia, que acapararon la atención y marcaron un punto de inflexión en todo el planeta.

Todo comenzó cuando un grupo de 19 terroristas secuestraron cuatro vuelos comerciales con cientos de pasajeros a bordo.

Dos de estos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, los dos edificios más altos de Nueva York, situados en la zona financiera de la ciudad.

Asimismo, un tercer avión embistió contra el Pentágono, la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, en Washington.

El cuarto acabó estrellándose en un campo en las afueras de Pittsburgh, en Pensilvania, aunque su intención inicial era dirigirse contra el Capitolio, la sede del Congreso de los Estados Unidos.

Las imágenes recorrieron el mundo rápidamente y el video con el registro a las Torres Gemelas se repetía sin parar en todos los canales de noticias.

Estos ataques le costaron la vida a alrededor de 3.000 personas, incluyendo a los terroristas que perpetraron los ataques. También dejó el saldo de un cuarto de millón de heridos y, a dos décadas de los hechos, aún hay 24 personas desaparecidas.

Además, cinco argentinos -un enfermero, un bombero y tres empresarios- murieron en los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Cada 11 de septiembre, se encienden 88 focos de luz en la Zona Cero, el espacio que ocupaban las Torres Gemelas y donde también se erige un memorial en recuerdo de las víctimas del atentado.

Aún hoy, 20 años después, sigue fresco el horror de los sobrevivientes y de la sociedad estadounidense y del resto de los habitantes del mundo.

AL-QAEDA Y LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO

Al-Qaeda, el grupo terrorista liderado por Osama Bin Laden, confirmó la autoría de los ataques que conmocionaron a todo el mundo.

Esta organización, que casi totalmente diezmada, entonces se encontraba en Afganistán por partir de su vínculo criminal con los talibanes, el grupo militar que, veinte años después, gobierna el país.

Apenas un mes después del 11-S, en octubre de 2001, el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, decidió enviar tropas militares a Afganistán como respuesta al ataque terrorista.

La intención era combatir a Al-Qaeda y una lucha sin cuartel contra los talibanes. A dos décadas del inicio de esa acción militar, las tropas de los Estados Unidos dejaron Afganistán en una medida tomada por el gobierno de Joe Biden.

En aquel 2001, el desastre también alteró radicalmente el futuro de Nueva York y del país, incluso se comenzaron a tomar drásticas medidas con la intención de prevenir otro ataque de estas características.

Además, los atentados de 11-S generaron una “guerra contra el terrorismo” que modificó el escenario mundial e impuso nuevas normas de “seguridad”, que alteraron la vida diaria en todo el mundo, con intensos controles y medidas que se intensificaron en todos los aeropuertos y en la mayoría de los lugares públicos importantes.

Si bien la vigilancia masiva ya era un tema de debate creciente años antes -en octubre de 1999 la cadena pública británica BBC había informado sobre la red secreta de espionaje internacional Echelon-, un mes después del 11-S el Congreso estadounidense promulgó la ley Patriota, que autorizó la vigilancia electrónica sobre sospechosos de “terrorismo” sin orden judicial, así como investigar sus negocios y relaciones personales hasta el sexto grado de contacto.

Esta ley, aprobada por el Congreso estadounidense, habilitó un escenario favorable al establecimiento de un estado de excepción permanente, que de modo gradual instauró prácticas que limitaron derechos y garantías constitucionales en el mundo entero, e impuso como “naturales” escenarios de ilegalidad y de “excepcionalidad”.