Con la Plaza llena y festejo popular, el Gobierno celebró el Día de la Democracia

Miles de personas se acercaron este viernes para escuchar a Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Lula da Silva y Pepe Mujica

El presidente Alberto Fernández aseguró que “la Argentina de ajuste es historia”. Lo sostuvo en el acto del Día de la Democracia y de los Derechos Humanos junto a la vicepresidenta Cristina Fernádez de Kirchner y los exmandatarios de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva; y de Uruguay, José “Pepe” Mujica.

“Tranquila Cristina, no vamos a negociar nada que ponga en riesgo eso; no tengas miedo”, subrayó y recordó que “muchas veces el FMI le soltó la mano a presidentes argentinos y así puso en crisis la institucionalidad de la Argentina”, para luego señalar, mirando a la multitud que ocupaba la Plaza de Mayo, que “si el FMI me suelta la mano, voy a estar tomado de la mano de cada uno de ustedes, de cada argentino y de cada argentina”.

El presidente afirmó que “ningún jubilado paga medicamentos” y destacó la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), al asegurar que “no se retrocedió en materia de derechos” en la pandemia de coronavirus.

Aseguró que su Gobierno hará “todo lo necesario para que cada argentino tenga un empleo digno” y ratificó que para su gestión “primero están los más postergados”. Fernández prometió también que el año próximo hará todo lo que esté a su alcance para que “la distribución del ingreso mejore, el salario crezca y las ganancias no queden en el bolsillo de unos pocos”.

El mandatario convocó a todos los sectores a “construir otra Argentina, una Argentina libre, justa y soberana como siempre hicimos los peronistas”

Por su parte, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner comenzó su discurso reivindicando a las Madres de Plaza de Mayo y a los soldados que cayeron o lucharon en la guerra de las Islas Malvinas como los “que recuperaron la democracia” para la Argentina. Y recordó que en el Bicentenario los mandatarios de la región cruzaron esa misma plaza “con millones de argentinos para incorporar ciudadanos”.

Luego, recordó que durante los gobiernos de Néstor Kirchner y el suyo el país tuvo “la jubilación más alta de Latinoamérica”, se pagaba el “salario mínimo vital y móvil más alto en dólares” de la región y se “bajó la deuda en dólares” que tenía la Argentina con acreedores externos.

Reclamó también “que no se hagan los giles esos que van a los canales de televisión a dar números a la bartola; bajamos la deuda en dólares”. Y recordó que después de su gobierno “se vino la noche en Argentina” cuando el poder llegó “con togas de jueces y medios hegemónicos”.

Cristina aseguró que “los peronistas generamos más clase media en la República Argentina que nadie” y se refirió a un informe del Banco Mundial de 2012, e indicó: “Pese a quien le pese, en 10 años duplicamos la clase media en la argentina por más que algunos lo renieguen”.

Y remarcó que “el FMI vivió condicionando a la democracia argentina”, pero advirtió que esa práctica “no es de ahora”, sino de otras épocas de la historia, como durante los gobiernos de Raúl Alfonsín y de Fernando de la Rúa.

La vicepresidenta recordó que el organismo internacional entonces “les soltó la mano” a ambos exmandatarios e ironizó: “a los dos presidentes radicales se los comió el Fondo”.

Además, repasó las acusaciones judiciales que soportó tras dejar el Gobierno en 2015, al denunciar lo que definió como persecución desde el aparato jurídico, y recordó que le llegaron a imputar “cinco asociaciones ilícitas” con “jueces que nos procesaban por un artículo y que se habían declarado incompetentes hacía años y que reavivaban causas con cosas juzgadas para denostarnos”.

Según la titular del Senado, los gobernantes que afectaron intereses y buscaron un país mejor “ya no son torturados con picana” ni se “los hace desaparecer como lo hicieron durante las dictaduras latinoamericanas”, porque “ya no es necesario hacer desaparecer a nadie, bastaba con hacerlo todos los días en los diarios y la televisión”.

Cristina Fernández de Kirchner expresó entonces su deseo de que el líder del PT y exmandatario de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva “vuelva a ser Presidente” en su país y añadió que “no lo necesitamos nosotros, lo necesitan millones de brasileños que quieren sentirse incluidos”.