Con un cita de Alberdi, Cristina Kirchner afirmó que Milei necesitará “la construcción de un sistema de acuerdo parlamentario”

La ex presidenta difundió en redes sociales un análisis de la "tercera crisis de deuda" que enfrenta la Argentina y los desafíos que tiene el Gobierno de La Libertad Avanza.

Con un cita de Juan Bautista Alberdi, la ex presidenta Cristina Kirchner subrayó que el Gobierno de Javier Milei necesitará “la construcción de un sistema de acuerdo parlamentario” para llevar adelante la gestión.

A través de sus redes sociales, la ex vicepresidenta dio a conocer un documento de trabajo en el que analizó la situación que enfrenta el Gobierno de La Libertad Avanza.

“En el día de San Valentín y, como siempre, enamorada de la Patria comparto con ustedes el documento de trabajo ´Argentina en su tercera crisis de deuda. Cuadro de situación´. Va con cita de Juan Bautista Alberdi”, publicó Cristina Kirchner.

Al inicio del documento, la ex mandataria apeló a palabras del autor intelectual de la Constitución de 1853, uno de los personajes de la Historia argentina que suele destacar el líder de La Libertad Avanza.

“Tomar capitales a préstamo para reemplazar los capitales destruidos por la crisis, no es remediar la pobreza, sino agravarla; la riqueza de otro no es la riqueza del país. La deuda representa más la pobreza que la riqueza. Endeudarse no es enriquecerse, sino exponerse a empobrecerse por la facilidad con que siempre se gasta lo ajeno”, fue la cita de Alberdi elegida por Cristina Kirchner.

A lo largo de 33 páginas, la ex Presidenta analizó “en clave histórica, económica y política, el cuadro de situación que enfrenta la Argentina tras la asunción de un nuevo Gobierno para el período 2023-2027”.

 

Y agregó el objetivo con el que lo hizo: “Con el ánimo de encontrar otra forma de abordar las cuestiones de Estado, desde los hechos objetivos y los datos concretos que ayuden a comprender la verdadera naturaleza de nuestros problemas como país y nos alejen de las adjetivaciones personales o de las meras opiniones sin anclaje en la realidad”.

“A diferencia de lo que se afirma habitualmente, en cuanto a que el principal problema de la economía argentina es el déficit fiscal y la principal causa de la inflación, la emisión monetaria necesaria para cubrirlo; nosotros sostenemos que la inflación en Argentina se dispara ante la escasez de dólares y que el endeudamiento compulsivo en dicha moneda no hace más que agravar dicha escasez al profundizar la ya conocida y estructural restricción externa demuestra economía bi-monetaria”, señaló.

Y continuó: “Esto no significa ignorar la cuestión fiscal, pero creemos que no sólo se trata de una cuestión de egresos sino también de ingresos, ante un sistema tributario que presenta múltiples problemas que van desde un 40% de la economía en negro, hasta la subfacturación de las exportaciones y la sobrefacturación de las importaciones, pasando por la existencia de una multiplicidad de impuestos, alguno de los cuales ni siquiera recaudan lo que demanda su administración. Y lo que es más importante, la clara ausencia de percepción de riesgo en un sistema tributario no sólo preparado para la elusión y la evasión, sino para gravar producción y trabajo por sobre lo financiero”.

Cristina Kirchner afirmó que la Argentina enfrenta su “tercera crisis de deuda”, tras las de 1989 y 2001, y remarcó que fue “germinada en el proceso de feroz endeudamiento del Gobierno de Mauricio Macri que implicó el retorno del FMI y cuyo desenlace se está transitando”.

Tras ratificar sus críticas a Macri, tanto en materia económico como judicial, la dos veces jefa de Estado se refirió también a la gestión de Alberto Fernández al frente de la Casa Rosada y manifestó que “reestructuró la deuda externa con bonistas privados”, pero se quejó de que fue “sin quita de intereses y escasa reducción de capital”. Además, admitió que la gestión del Frente de Todos “no logró la fortaleza necesaria en materia de reservas por una mala administración de los dólares obtenidos”.

En ese sentido, graficó que la crisis generó “un nuevo fenómeno en el país: el de los trabajadores registrados pobres”, que significó que “la movilidad social ascendente que caracterizó al peronismo en particular, y a los modelos industrialistas en general, desaparecía”.

Después de recordar que el FMI había obligado al entonces ministro de Economía, Sergio Massa, a devaluar y que esa medida había acelerado el aumento de precios, Cristina Kirchner subrayó que en la Argentina la inflación “está indisolublemente atada al dólar y no al déficit fiscal”.

Al llegar al análisis de la situación actual, la ex mandataria criticó el “insólito reciclaje de personajes y ex funcionarios” que, a su entender, realizó Milei y expresó que “el más preocupante es el de Luis Caputo, artífice del endeudamiento serial del Gobierno de Macri y del retorno del FMI a la Argentina”.

Asimismo, definió al DNU 70/2023 y el proyecto de Ley Ómnibus como “un paquete de modificaciones del sistema legal argentino a medida de los principales grupos empresarios y lo que es más grave aún, una reforma encubierta de la Constitución Nacional”.

“No sería preciso calificar a este Gobierno como la cuarta experiencia neoliberal. Las características del discurso y de la praxis política del nuevo Presidente, como la de sus equipos en las distintas áreas, colocan al Gobierno en un plano que va más allá de lo disruptivo y lo llevan a un lugar que la Argentina nunca conoció. Esto se desarrolla, además, en un marco económico y social de extrema gravedad”, esbozó.

Y advirtió: “Hasta el momento, el nuevo Gobierno sólo ha desplegado un feroz programa de
ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no sólo retroalimenta el espiral inflacionario colocando a la sociedad al borde del shock, sino que además provocará irremediablemente el aumento de la desocupación y la desesperación social en una suerte de caos planificado. Es más que evidente que en la cabeza del Presidente el único plan de estabilización es el de la dolarización”.

En defensa de la gestión del Frente para la Victoria con sus dos mandatos y el de Néstor Kirchner, recordó que entre 2003 y 2008 fueron los únicos años desde 1961 en que se logró superávit fiscal: “Demuestra que lejos estamos de ser paladines del déficit fiscal”.

Sobre el final de su análisis, Cristina Kirchner aseguró que “el master plan de Milei no difiere mucho del que llevó adelante la dictadura cívico-militar en lo que hace a la apertura indiscriminada de la economía y la desregulación laboral de hecho, ni del de las privatizaciones de los años 90”.

También destacó que el período de mayor inversión directa extranjera se registró entre 2003 y 2015 “por la aplicación de un patrón de acumulación”. “No fue magia, es política”, remarcó.

Al referirse a la Ley Ómnibus, consideró que si se aprueba “más que una autorización legal, el Congreso estaría otorgando patente de corso al Presidente y a su ministro de Economía”.

A modo de cierre, la ex mandataria indicó que hay “un Poder Legislativo fragmentado, donde el peronismo es la primera minoría en ambas cámaras” y destacó que “la legitimidad de origen que da el voto popular no debe hacerle perder de vista al actual mandatario la legitimidad de ejercicio en la gestión de Gobierno, que sólo podrá ser lograda a partir de mejorar la calidad de vida de los argentinos”.

Y continuó: “Todas las medidas adoptadas hasta el momento son repeticiones de políticas ya ejecutadas en el pasado, inclusive algunas de ellas aplicadas con el Parlamento cerrado por la dictadura. Todas fracasaron estrepitosamente provocando sólo pobreza y dolor”.

En ese contexto, también se refirió a la posibilidad de una alianza formal entre el PRO y La Libertad Avanza: “Milei debería analizar seriamente que quienes fueron los amplios derrotados en los últimos comicios presidenciales intentarán condicionarlo desembarcando en las principales áreas de gobierno e incluso tomar el control político y desplazarlo del manejo del Poder Ejecutivo si lo consideran necesario”.

Y concluyó: “El resultado electoral y las divisiones políticas posteriores conformaron un Poder Legislativo más fragmentado aún. La situación del país y la responsabilidad de quienes han sido elegidos para gobernar y legislar van a requerir la construcción de un sistema de acuerdo parlamentario. Ese sistema de acuerdo parlamentario no puede tener una lógica de mercado persa o de toma y daca indigno por cargos, recursos y vaya a saber qué otra cosa -antecedentes históricos gravísimos hay-“.