35 años de la caída del Puente Colgante de Santa Fe

El 28 de setiembre de 1983 a las 16.30 se desplomó la estructura del emblemático símbolo de nuestra ciudad

Un día como hoy, pero de 1983 los santafesinos no podían salir de su asombro. Uno de los emblemas de la ciudad había sido derribado por la crecida del río. Aquél 28 de setiembre, el puente Colgante que identificó a Santa Fe desde 1927 cuando fue inaugurado, sólo mantenía en pie menos de la mitad de su estructura.

La caída del puente colgante se produjo por los efectos que llegaron junto con la inundación que azotó en 1983 a la ciudad de Santa Fe.Luego de dos décadas los santafesinos pudieron volver a tener una de sus principales postales. El 7 de septiembre de 2002, tras la reconstrucción, el Colgante quedó habilitado al paso peatonal.

El puente, una vez reconstruido, preservó los elementos originales, integrándolos a los nuevos y contrastándolos, sin romper la unidad visual de la obra. Este nuevo puente conserva la antena oeste original, armada en el año 1924. La nueva antena fue construida en la ciudad de Esperanza, por la empresa Ferma. Llegó a Santa Fe a fines de abril de 2001 y fue montada con una gigantesca grúa el 6 de julio de ese año. Se diferencia de la antigua antena en que carece de remaches, siendo sus uniones realizadas por soldadura.

Historia

Antes de que se construyera el puente como lo conocemos hoy, hubo tres intentos frustrados. El primero fue en 1903, cuando el gobernador santafesino Dr. Rodolfo Freyre, planteó la necesidad de construir una toma de agua en Colastiné, con el fin de abastecer a la ciudad.

El proyecto contó con el apoyo de Obras de Salubridad de la Nación (hoy Obras Sanitarias), y constaba de un puente de madera sobre la Setúbal, fundado sobre pilotes, por cuya parte inferior pasarían los caños del acueducto.

Pero tuvo un final poco exitoso: cuando las obras estaban por terminarse, el 13 de junio de 1905, la presión de los de los camalotes embalsados arrasaron el tramo central.

Más tarde, Obras de Salubridad planteó vigas en forma de jaula, pero al cabo de cuatro años, la laguna nuevamente derrumbó la obra.

El tercer intento estuvo en manos del Ing. Rogelio Sequeiro, quien proyectó un puente carretero de cemento con pilotes cada 12 metros, por donde pasarían los caños del acueducto, pero nuevamente se lo llevó la corriente de la Setúbal y sus embalsados camalotes.

En 1922, de la mano del Ingeniero santafesino Marcial Candioti en la presidencia de Obras Sanitarias de la Nación, se encomienda al Ingeniero Antonio Paitoví un nuevo proyecto. Él propone un puente semirrígido de tres tramos que se comenzó a construir a mediados de 1924, y se habilitó al público el 8 de junio de 1928 con el nombre de su propulsor “Ingeniero Rafael Marcial Candioti”.

Los trabajos de construcción de los pilares y anclajes estuvieron a cargo del Ing. Alberto Monís. La parte metálica se la adjudicó a la Societé des Chantiers et Ateliers de la Gironde de Port a Mousson (Francia), asociada con M. G. Leinekugel le Cocq. Entonces, quedó construida en Francia su estructura metálica inicial, y luego montada en su actual emplazamiento sobre los pilotes que plantó Obras Sanitarias de la Nación.

Cuatro décadas después se inician los trabajos para construir un viaducto paralelo al puente y así nace el Puente Oroño. El mismo fue inaugurado en 1970 y funcionó en complemento al Puente Colgante, que sólo admitía tránsito reducido. Ambos puentes convivieron hasta 1983, cuando –después de 55 años de coronar las postales santafesinas y en el marco de una extraordinaria crecida del Río- se derrumbó el Puente Colgante, ante la apenada mirada de los vecinos.

Sobrevinieron muchas promesas e incluso frustradas reconstrucciones, pero el puente permaneció trunco hasta abril del 2000, cuando comenzaron los trabajos de la esperada reconstrucción, respetando gran parte la estructura original de la década del 20.

El nuevo Puente Colgante fue inaugurado en el año 2002, mide 300 metros de largo y pesa 3 mil toneladas.