Por conexiones con delitos allanaron la casa de “Pillín” Bracamonte el histórico jefe de la barra brava de Central

Agentes de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) allanaron la casa de Andrés “Pillín” Bracamonte, el histórico jefe de la barra brava de Rosario Central. Fue en el marco de una pesquisa que tiende a establecer conexiones entre delitos tales como asesinatos, extorsiones y usurpación de viviendas. Los efectivos llegaron a la vivienda del country Los Álamos, en Ibarlucea, y secuestraron cuatro celulares, uno de los cuales se encontraba en una camioneta BMW estacionada en el lugar; dos millones y medio de pesos en efectivo; y documentacion de distintas empresas aparentemente ligadas al barrabrava. Al momento del operativo, “Pillín” estaba junto a su pareja y un hijo de él.

Según fuentes judiciales, el “disparador” del allanamiento es el expediente que investiga el crimen del policía Cristian Ezequiel Ibarra, ocurrido el 22 de julio de 2019 en barrio Godoy. Por ese hecho, el 13 de marzo fue condenado a 14 años de prisión Ariel Maximiliano “Chanchón” Cantero, uno de los hijos del fundador de Los Monos; y permanece imputado y en prisión preventiva el ciudadano dominicano Otniel D.L.A.

Contacto telefónico

Según la investigación, en un celular incautado en el marco de esa investigación apareció una llamada recibida por Bracamonte de parte de uno de los acusados. Los abogados de “Pillín”, Carlos Varela y Adrián Martínez, expresaron a este diario que “la orden es sólo indiciaria. Nuestro cliente siempre estuvo y está a disposición de la Justicia. Entendemos que con el paso de las horas y el desarrollo de la investigación quedará evidenciada su absoluta ajenidad con cualquier ilícito”.

Bracamonte logró fama de “hombre protegido” no sólo por sus contactos sino porque “nunca habla por teléfono y siempre se maneja por medio de segundos”, sostuvo un conocedor del hampa en Rosario.

El crimen del oficial Ibarra ocurrió en julio de 2019 cuando fue ejecutado de seis balazos dentro de su Peugeot 308. Tras la condena a “Chanchón”, la policía siguió tras los pasos de “El Dominicano”, quien cayó en un retén policial en el acceso a Empalme Villa Constitución cuando intentaba llegar desde Buenos Aires a Rosario el 24 de marzo pasado.

Según la hipótesis del fiscal Miguel Moreno, el policía Ibarra era “gerenciador de un grupo de vendedores de cocaína en el Fonavi de Monte Flores al 7200” y “Chanchón” la cabeza de otro “grupo de narcomenudeo”. En el marco de una disputa territorial fue que ambos se encontraron para dirimir la disputa que terminó con el uniformado muerto.

No es la primera vez que Bracamonte afronta situaciones judiciales. Si bien las causas que tuvo ya están cerradas, alguna de ellas le valió la prohibición de entrar a las canchas.

Viejas causas

En febrero de 2008 los directivos de Rosario Central fueron notificados de que “Pillín” no podía ingresar al club por una causa tramitada en noviembre de 2007 en el ex juzgado de Instrucción 7 por el delito de extorsión en perjuicio de un empleado del club de Arroyito al que en septiembre de 2007 le exigió los recibos societarios con las cuotas al día para participar de una asamblea.

En diciembre de 2018 Bracamonte, en tanto, fue imputado por “amenzas y violencia machista” contra su ex esposa, Natalia S. La mujer alegó que esas situaciones su ex marido las solía usar para amedrentarla durante los 20 años que vivió a su lado.

Para llegar al liderazgo de la hinchada canalla, Bracamonte tuvo durante los 90 constantes peleas con los hermanos Juan Alberto y César Bustos, a quienes llamaban “Los chaperitos”, descendientes de Juan Carlos “El Chapero” Bustos.

También tuvo una causa por la que estuvo detenido y fue el intento de homicidio en febrero de 2010 de Mauro Molaro, un joven de 21 años hijo de un integrante de la hinchada canalla. En este caso otra persona asumió la responsabilidad y Bracamonte quedó en libertad. “Ya no tiene causas con la Justicia y todas esas son anteriores por lo que no lo perjudican en nada actualmente”, dijo el abogado Carlos Varela.