“Puede fallar”, por Alejandro Bonalumi

Este título puede reflejar el pensamiento de un ministro, de un empresario, un político y muchos otros protagonistas de la vida cotidiana, sin embargo, quien la potenció en el ideario popular  fue el famoso mentalista Tu Sam cuando, aún con toda su convicción ante un desafío alertaba que “puede fallar”.

Traigo a colación esta explicación ya que desde hace mucho tiempo nuestro Banco Central de la República Argentina, toma medidas tras medidas tratando de normalizar el Mercado Único y Libre de Cambios que apostilla incluida tiene  poco de mercado (muy chico), menos de único (hay al menos siete cotizaciones distintas, ej.: dólar mayorista, para las exportaciones, oficial, solidario, CCL, MEP, blue, etc etc) y  libre tampoco (cepo, restricciones, controles, etc etc) pero volviendo a las medidas, la entidad crediticia madre de todo el sistema debería al menos lograr mayor credibilidad para hacer eficientes esas decisiones y evitar él “puede fallar” que automáticamente expresa el marcado.

Esta semana nos despachamos con medidas el lunes feriado y este jueves pasado apuntando a desalentar, complicar y controlar a grandes operadores del mercado y llegando hasta el ahorrista que puede haber participado del “dólar MEP” evitando que por 90 días acceda al “solidario” ó subiendo la Tasa que los bancos pagan por tu plata a plazo fijo superando el 30%, con una inflación superior al 40 ó quizás más con un riesgo cambiario vigente; yo al menos paso.

Insisto con algo que quizás los canse pero seguimos apuntando a los síntomas primero y a las consecuencias después, es como un enfermo al que solo se le intenta bajar la fiebre, que no está mal pero no alcanza a curar su problema salud.

Le resumo el problema hoy con un juego de preguntas y respuestas:

Si yo le regalo u$s 100.- Ud que hace..???  Posiblemente los guarde pero si les regalo $ 1.000.- posiblemente se lo saquen de encima, eso ni más ni menos es uno solo uno de los grandes problemas que vivimos, el gran desprecio por nuestra moneda.

En fin, desde hace décadas chocamos con la misma piedra…. El peso, una pena.