La Cámara de Diputados comienza esta semana el proceso de investigación del escándalo $Libra, una trama de presunto fraude y tráfico de influencias que involucra a funcionarios del Ejecutivo y empresarios del mundo cripto. El puntapié inicial será el martes, con la interpelación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien confirmó su asistencia para responder ante los legisladores.
El miércoles, en tanto, se constituirá formalmente la comisión investigadora especial, integrada por 28 diputados con paridad entre oficialismo y oposición. La votación que dio origen a esta comisión obtuvo 128 votos a favor, 93 en contra y siete abstenciones.
Además de Francos, fueron citados a declarar los ministros Luis Caputo (Economía), Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y el titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva. Sin embargo, hasta ahora, sólo Francos ha confirmado su presencia. La ausencia de los demás funcionarios, si bien está permitida legalmente, podría elevar la tensión política en el Congreso.
-
Lee más: Francos defendió el rumbo económico, negó una devaluación y pidió avanzar con la Ley Antibarras
El caso tomó notoriedad luego de que el presidente Javier Milei promocionara en febrero, a través de la red social X, el lanzamiento de la criptomoneda $Libra, que más tarde se reveló como parte de una millonaria estafa transnacional. Empresarios internacionales y operadores locales estarían implicados en una red de coimas y tráfico de influencias, según las investigaciones judiciales que se desarrollan en Argentina y Estados Unidos.
Uno de los puntos más sensibles del caso es la presunta participación de Karina Milei, hermana del presidente, y del vocero presidencial Manuel Adorni. Ambos fueron señalados por sectores opositores como actores clave en la estructura de recaudación denunciada. Sin embargo, no fueron incluidos en las interpelaciones por falta de consenso para garantizar el quórum.
En paralelo, la disputa por la presidencia de la comisión investigadora se perfila como un conflicto central. Con 14 integrantes por lado —oficialismo y oposición— no hay mayoría clara, y el control del cuerpo podría determinar el ritmo y la profundidad del trabajo parlamentario.
Unión por la Patria reclama encabezar la comisión, pero no se descarta que un sector opositor más moderado sea designado para evitar el estancamiento. Aun así, el oficialismo podría vaciar las reuniones para trabar el funcionamiento, apelando a la falta de quórum.
La última vez que el Congreso interpeló a un ministro fue en 1996, cuando Domingo Cavallo fue citado durante la gestión de Carlos Menem. El regreso de esta figura constitucional marca un nuevo capítulo en la relación entre el Ejecutivo y el Parlamento, en medio de un escándalo que amenaza con seguir escalando.