En medio de la polémica por la caída del proyecto de Ficha Limpia en el Senado, el jefe de Gabinete Guillermo Francos negó rotundamente cualquier acuerdo entre el Gobierno nacional y el exgobernador de Misiones, Carlos Rovira, para impedir su aprobación.
Francos rechazó las versiones publicadas en distintos medios que atribuían al presidente Javier Milei un supuesto pedido al dirigente misionero para que los senadores de esa provincia votaran en contra de la iniciativa. “Salen noticias que son ridículas. Como la última que he leído a la mañana, que es una operación clara. Que el Presidente le habría pedido a Rovira que no voten la ley. Absoluta mentira”, afirmó el funcionario en declaraciones a Radio Rivadavia.
El ministro coordinador fue enfático al asegurar que “el Presidente no tiene contacto con Rovira. Ni siquiera tiene su teléfono”. Según relató, le consultó directamente a Milei, quien le respondió: “No hablé nunca con Rovira. No tengo el teléfono siquiera”.
Francos también apuntó contra las versiones periodísticas que mencionan presuntos dichos del propio Rovira entre sus allegados. “Lo que dicen los medios es que Rovira le habría dicho a un grupo de seguidores políticos que se lo pidió Milei. Pero no sale Rovira diciendo eso. Clasifiquemos las cosas, porque acá hay muchas operaciones. No nos olvidemos que este año hay elecciones en Misiones”, subrayó.
Consultado sobre si otro funcionario pudo haber intermediado en ese supuesto acuerdo, fue tajante: “Ningún funcionario del gobierno de Milei podría estar haciendo una cosa distinta a la que el Presidente dice”.
Sobre el cambio de voto de los senadores misioneros Sonia Rojas Decut y Mario Arce, Francos consideró que respondieron a una “instrucción de la provincia” y afirmó que “los que tienen que dar explicaciones son ellos, no nosotros. Traicionaron lo que habían sostenido”.
Las declaraciones se producen en un contexto de tensión política tras el rechazo por un voto del proyecto de Ficha Limpia, que no podrá volver a tratarse hasta el próximo año, y las acusaciones cruzadas entre el oficialismo y sectores del PRO que culpan a aliados circunstanciales por la caída de la iniciativa.