En el país hay 2.500 niños menores de 15 años con discapacidad visual

La OPS/OMS aboga por evitar los casos de ceguera por causas prevenibles.

La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) abogó por evitar los casos de ceguera por causas prevenibles, como sucede con la Retinopatía del Prematuro (ROP), que en Argentina es causante del 35% de los casos de esta discapacidad en niños menores de 15 años.

En total, en el país hay 2.500 niños menores de 15 años con discapacidad visual y la primera causa es la ROP, que es mayormente prevenible con una adecuada administración del oxígeno en los prematuros.

En este marco, la OPS/OMS junto con el Programa Nacional de Prevención de la Ceguera en la Infancia por ROP del Ministerio de Salud y Desarrollo Social distribuirán una serie de calcomanías indicadoras para el correcto uso del oxígeno en más de un centenar de centros de salud adheridos al programa.

Los calcos indican de manera clara y sencilla los niveles de saturación adecuada de oxígeno que deben recibir los recién nacidos prematuros con cualquier método de administración, en cualquier circunstancia y por cualquier período de tiempo. Otra de los calcos señala el momento adecuado para el inicio de los exámenes oftalmológicos.

La ROP es una enfermedad ocular provocada por una alteración en la retina, que puede llevar a la pérdida parcial o total de la visión del recién nacido. El cuadro se produce cuando un niño que nació prematuramente recibe una administración inadecuada de oxígeno o presenta otros factores de riesgo. Cuanto menores son la edad gestacional o el peso al nacer de un bebé, mayor es el riesgo que tiene de padecer ROP.

En la mayoría de los casos, la ROP es prevenible por medio de una adecuada atención en los Servicios de Neonatología, mediante el control riguroso de los factores que aumentan el riesgo de la enfermedad (administración de oxígeno, infecciones, inadecuada nutrición) y el diagnóstico precoz, y eventualmente el tratamiento a cargo de un oftalmólogo.

Todo niño que nació prematuro con un peso menor a 1.500 g o menor de 32 semanas de edad gestacional, o aquellos mayores pero con factores de riesgo, deben ser controlado por un oftalmólogo desde la internación y luego del alta. Aquellos bebés que persisten con disminución visual (leve o grave), deben acceder tempranamente a la estimulación visual.

Para la prevención de otras patologías se recomienda realizar el “reflejo rojo” a todo recién nacido o antes de cumplir el mes y controles oftalmológicos de rutina a los seis meses, 3 años y al ingreso escolar.

Fuente: Consenso Salud