Los peligros de las alergias alimentarias

A veces, comer lo que más nos gusta puede generarnos ciertos inconvenientes que se podrían evitar.

El arte de comer no siempre genera placer o saciedad para las personas, ya que en la ingesta de los alimentos existe una patología particular que suele no ser tenida en cuenta por nosotros, pero que marca una incidencia en nuestro cuerpo: se trata de las alergias alimentarias.

En los últimos años ha habido un crecimiento en lo que refiere a la conciencia, tal es así, que hasta tiene unos días anuales en la cual se conmemora en el mundo la “Semana Mundial de la Alergia”, una iniciativa de la Organización Mundial de Alergia (WAO por sus siglas en inglés), junto a sus Sociedades Miembros, la cual fue implementada para aumentar la concientización de las enfermedades alérgicas y así lograr un mayor conocimiento de las mismas, mejorando su diagnóstico, manejo y prevención.

En la actualidad, el foco está puesto en una condición que se estima se presenta en 1 de cada 20 niños menores de un año.

Las enfermedades alérgicas afectan a mil millones de personas en el mundo, con un crecimiento sostenido en los últimos 60 años. Se estima que en 2050 las padecerán 4 mil millones de personas.

“La prevalencia de Alergia Alimentaria sufrió un crecimiento exponencial en los últimos años en países occidentales, considerándose ‘la segunda oleada’ de la epidemia alérgica, impactando en la calidad de vida del paciente y su familia, posicionándola como un verdadero problema de salud pública”, sostuvo la Dra. Karina López (M.P. 13.944 y pediatra Especialista en Alergia e Inmunología Infantil y Directora del Comité de Alergia Alimentaria y Anafilaxia de la AAAeIC (Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica).

Números que preocupan

La prevalencia estimada de la Alergia Alimentaria a nivel mundial en pibes es del 4 – 8% y en adultos del 1- 4%.

“Si bien ésta es una enfermedad de base genética, su prevalencia se encuentra en franco ascenso debido a múltiples factores tales como la deficiencia de vitamina D en la madre, el aumento del número de nacimientos por cesárea generando cambios en la microbiota del menor (la colonia de bacterias que se aloja en el intestino), la introducción temprana de fórmulas de leche de vaca y cambios en los hábitos dietarios con una mayor incorporación de alimentos potencialmente alergénicos”, graficó por su parte la Dra. María Eugenia Gervasoni (M.P. 12.690 y pediatra Especialista en Alergia e Inmunología Infantil y Miembro del Comité de Alergias Alimentarias y Anafilaxia de la AAAeIC).

Los alimentos más frecuentemente involucrados en la edad pediátrica son leche de vaca, huevo de gallina,trigo y soja, en adultos, mariscos, pescados, frutos secos y maní.

Las manifestaciones clínicas son variables, desde leves, como enrojecimiento alrededor de la boca, hasta el shock anafiláctico con riesgo para la vida.

“En los niños también suelen presentarse, síntomas gastrointestinales inespecíficos, como náuseas, vómitos, diarreas o deposiciones con moco y sangre, reflujo, cólicos severos (llanto inexplicable persistente) y dermatitis atópica severa o de difícil tratamiento”, afirmó López.

“Estos cuadros pueden afectar el crecimiento a largo plazo como así también llegar a producir episodios graves, como por ejemplo la anafilaxia, que consiste en una reacción severa que puede afectar la piel, con urticaria, dificultad respiratoria y desvanecimiento, con posibilidad de desenlace fatal”, agregó Gervasoni.

Es fundamental aumentar el conocimiento y la concientización de la Alergia Alimentaria a nivel mundial para realizar un diagnóstico preciso y así indicar un tratamiento adecuado, evitando deficiencias nutricionales para el paciente y alteraciones en la vida diaria del mismo y de su familia.

Atención con la leche

Una alergia a tener en cuenta por madres y profesionales en general, es a la proteína de la leche de vaca, ya que en nuestro medio, la alergia a las proteínas de leche de vaca es la más frecuente en nenitos, con una prevalencia estimada entre el 1,8 % y el 7,5 % en el primer año de vida.

Por tal motivo, es muy importante que ante cualquier manifestación en el cuerpo, sobre todo en niños, los adultos los lleven a un profesional para saber si la criatura es propensa a sufrir este tipo de alergias. En la actualidad, el único tratamiento que existe contra la alergia alimentaria es la eliminación del producto de la dieta.

Se recomienda vigilar y leer las etiquetas de los alimentos y la composición exacta de las comidas cuando se realizan fuera del hogar para evitar intoxicaciones accidentales.

Cabe destacar, que en las últimas décadas se están empezando a desarrollar tratamientos específicos para intentar modificar la respuesta del sistema inmunitario, y conseguir inducir una tolerancia oral en los pacientes con alergias persistentes. Estos tratamientos se conocen con el nombre de desensibilizaciones orales o inmunoterapia oral o vacunas antialérgicas, que podrían ser prometedores para la alergia a la leche, el cacahuete y el huevo.

Prueba de diagnóstico

Las pruebas cutáneas en algunos casos permiten diagnosticar una alergia alimentaria, un resultado positivo a veces no significa que una persona sea alérgica a un alimento en particular, pero un resultado negativo señala que es improbable que sea sensible a dicho alimento.

Tras un resultado positivo en una prueba cutánea, el alergólogo puede necesitar realizar una prueba oral para llegar al diagnóstico definitivo.

En una prueba de provocación oral, el alimento sospechoso se oculta en otra sustancia, como leche o compota de manzana, y el paciente lo ingiere. Si no aparecen síntomas que comprueben un inconveniente, la persona no es alérgica a ese alimento.

Las mejores pruebas son las pruebas “ciegas”; es decir, a veces el alimento en cuestión está mezclado con otra sustancia, y otras veces no. De esta forma, el médico puede determinar con certeza si el paciente presenta alergia a ese alimento en especial.

Una dieta de eliminación puede ayudar a identificar la causa de una alergia. La persona deja de ingerir los alimentos que presumiblemente están provocando los síntomas. Más tarde comienzan a introducirse en la dieta de uno en uno.

Las claves para comprender

1. Uno de cada 20 niños menores de un año sufre de alergias alimentarias.
2. Las enfermedades alérgicas afectan a mil millones de personas en el mundo.
3. La misma impacta en el paciente y su familia.
4. La prevalencia a nivel mundial en nenes es de 4-8% y en adultos del 1-4%.
5. Alimentos involucrados en edad pediátrica son leche de vaca, huevos, trigo y soja.
6. Los alimentos involucrados en adultos son mariscos, pescados, frutos secos y maní.
7. Los síntomas son vómitos, diarreas, náuseas, reflujo, cólicos, dermatitis, entre otros. 8 No hay muchos tartamientos para tratar la alergia alimentaria.

El dato

Hay quienes tienen claras muestras de alergias alimentarias por mucho tiempo. Y un día, inesperadamente, no los afecta, lo que no indica que esa afección haya desaparecido para siempre