¿Querés restaurar muebles viejos? Siete ideas para hacerlo bien

El primer impulso ante un mueble deteriorado, es tirarlo. ¡Ahora no! Te contamos cómo darle una nueva vida.

A veces, en lo primero que pensamos cuando miramos muebles antiguos, es tirarlo a la basura. ¿Por qué hacerlo si podemos darle una nueva vida? Te contamos siete ideas que te van a encantar.

Es el momento de darles un nuevo impulso, un mejor aspecto y disfrutarlos como si fueran nuevos, solo tenés que poner en práctica alguna de estas opciones para restaurar muebles que te mostramos a continuación.

Una buena mano de pintura

Cierto es que pintar resulta lo más sencillo para darle una nueva vida a una pieza de nuestro mobiliario. Y si nunca probaste darle una mano de pintura a uno de tus viejos muebles, te sorprenderá el resultado.

Las opciones que tenés son varias. Podés lijarlo y barnizarlo en su tono natural o lacarlo en blanco para añadirle un toque minimalista. Una de las opciones más espectaculares es utilizar una pintura a la tiza.

En este último caso podés dejar un acabado limpio e igualado o aplicarla de una forma con la que convertirlo en un mueble vintage. Este resulta perfecto para cómodas, aparadores, mesitas y escritorios, ya sea pintándolas por completo o respetando algunas de las partes de madera que mejor se conserven con barniz.

Tapizados

Cambiar el tapizado de un mueble para restaurarlo es otro clásico, aunque resulte un poco más complicado hacerlo en casa en algunos casos. Lo más fácil es comprar una de las muchas fundas de sofá o de sillas que ya se venden en el mercado.

Si lo único deteriorado era la tela, bastará con que le coloques la nueva. Para el caso de que las patas o el respaldo de las sillas cuenten con ralladuras, necesitarás repararlo y aplicar barniz o una mano de pintura antes de ponerle su nuevo atuendo.

Découpage

Otra opción es emplear en nuestra pieza de mobiliario a restaurar la técnica del découpage. Se trata de pegar con los productos adecuados trozos de tela, papeles decorados o papel pintado, que ofrece un resultado que queda especialmente bien cuando se combina con pinturas de tiza.

No obstante, antes de lanzarte con esta técnica, si nunca la utilizaste, es mejor que practiqués en algún proyecto pequeño primero, como el fondo de una bandeja o una caja de madera.

Transferencias decorativas

A través de las transferencias decorativas o transfer, se trasladan frases, dibujos o imágenes a la superficie sobre la que trabajamos. Así, si tenemos reparada la madera o le hemos aplicado ya la pintura que ha dejado al mueble como nuevo, podemos terminarlo con una frase o dibujo que le darán un toque de lo más actual.

De tal forma, con un tratamiento previo adecuado podemos transformar un aburrido taburete. Si pintás el extremo de las patas, vas a tapar esa zona desgastada y podrás coordinarlo con el resto de la decoración.

Patas nuevas

Una de las formas más fáciles de transformar una mesilla o una mesa en otra nueva es cambiar sus patas. En el mercado vas a encontrar patas sueltas de todas las formas, materiales (forja, hierro, madera, etc.) y colores, las cuales se colocan fácilmente, y convierten a un antiguo mueble de interior o de exterior en una pieza por completo diferente.

Por otro lado, además de pintar las sillas, podés restaurarlas transformándolas en mesitas de noche o auxiliares, al quitar su respaldo y colocarles unas patas nuevas.

Ruedas

Si decidiste darle una mano de pintura a una pequeña estantería o un baúl, pero que no te convence su acabado, una buena idea es colocarle ruedas.

También te servirán para aprovechar cualquier tabla pequeña de madera y convertirla en un soporte auxiliar, muy útil para colocar la computadora, por ejemplo. De igual modo, si tenés algún palé en casa o similar, no lo tirés. Ya que una mano de pintura y unas buenas ruedas lo convertirán en una mesa de centro perfecta.

Pizarra

La pintura de pizarra resulta espectacular para restaurar un mueble y dejarlo irreconocible. Puertas, mesas o laterales de armarios y tapas de baúles son algunos lugares donde queda especialmente bien aplicarla.

Además, entusiasmará a los más pequeños. Incluso puedes pintar alguna zona de la pared con ella para permitir que exhiban sus dibujos artísticos sin correr riesgo de que usen los rotuladores.

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